Mudarse no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Encontrar un nuevo lugar para vivir requiere mucho esfuerzo, por no hablar de la planificación y los costes que conlleva un cambio de domicilio.
Por estas razones, muchas personas intentan posponer la fatalidad de la mudanza a un periodo posterior. Sin embargo, les convendría cambiar de domicilio. Les permitiría tener mejores condiciones de vida, más adaptadas a su situación.
¿Tú también estás pensando en mudarte, pero dudas si dar el paso? He aquí algunas señales de que ha llegado el momento de cambiar de vivienda.
Indice
1. Necesitas un cambio
En algunos casos, la decisión de mudarse a un nuevo lugar está motivada simplemente por la necesidad imperiosa de cambiar de aires. No hay nada como una mudanza para empezar de cero y tomar un merecido aire de cambio.
¿No soportas ver las mismas paredes una y otra vez? ¿Renovar y refrescar la decoración ya no basta para sentirte como en casa? ¿Estás cansado de las limitaciones que conlleva ser inquilino? Entonces probablemente sea hora de mudarse.
2. Tu casa ya no es adecuada a tu situación
A lo largo de los años, tu situación personal y familiar probablemente cambiará. Por ejemplo, si te mudas con tu pareja o esperas un hijo, es posible que tu vivienda actual ya no se adapte a tus necesidades.
Por supuesto, siempre puedes probar innumerables trucos de almacenamiento para intentar aprovechar al máximo el espacio del que dispones. Pero es probable que con el tiempo necesites un espacio mayor.
En la misma línea, una separación, la marcha de los hijos o la llegada de la jubilación también pueden hacer que reconsideres tus necesidades y elijas una vivienda más pequeña.
Sea cual sea la situación, lo importante es que tu lugar de residencia se adapte a tu estilo de vida. Es mejor pasar por el estrés temporal de una mudanza que tener que soportar el estrés de vivir en un lugar que no satisface tus necesidades ni las de tu familia.
3. No aguantas más a tus vecinos
Aunque puedes controlar muchos aspectos de tu vida cotidiana, algunos escapan a tu control. Es el caso de tus vecinos inmediatos, que pueden tener un impacto considerable en tu vida cotidiana.
Un vecino problemático puede afectar fácilmente a tu bienestar convirtiéndose en una fuente de estrés o conflicto. Y, por desgracia, no todas las situaciones pueden resolverse.
Si tienes la sensación de «malestar» por culpa de tus vecinos, la solución más fácil suele ser mudarse. Aprovecha la oportunidad de visitar tu próximo barrio antes de firmar el contrato de alquiler o hacer una oferta de compra. Así tendrás una mejor idea del ambiente antes de mudarte.
4. Tienes una mala relación con tu casero
¿Eres inquilino? La relación que tengas con tu actual casero puede ser una de las razones por las que quieras mudarte. Porque no todos los caseros son iguales. Y mientras algunos propietarios hacen felices a sus inquilinos, otros pueden hacerles la vida insoportable.
Si la relación con tu casero se ha deteriorado a lo largo de los años, puede que sea hora de cambiar de aires. Con un poco de esfuerzo, puedes encontrar un lugar donde el respeto y la confianza estén en el centro de la relación entre propietario e inquilinos.
¿Y por qué no aprovechar este cambio para comprar una casa y convertirte por fin en tu propio jefe? Es la mejor manera de asegurarse de no tener que lidiar con otro propietario despectivo.
5. Estás pagando demasiado
Ya sea porque el alquiler ha subido o porque tu situación ha cambiado (pérdida del trabajo, separación, etc.), tu casa puede resultar demasiado cara para que puedas permitírtela. En lugar de esperar a que tus finanzas se recuperen y arriesgarte a endeudarte, a veces es mejor mudarse a una vivienda más asequible.
Esta decisión te ofrecerá necesariamente una mejor calidad de vida y una mayor flexibilidad financiera para llevar a cabo tus otros proyectos. De hecho, se recomienda no destinar más del 30% de los ingresos familiares al pago de la vivienda.
6. Te esperan nuevas oportunidades
¿Tienes pensado estudiar en otra región? ¿Piensas cambiar de profesión? ¿Tu empresa te ofrece trasladarte a una nueva sucursal? Estos son sólo algunos ejemplos que pueden llevarte a querer mudarte.
Más allá del ahorro de tiempo y dinero en transporte y atascos, mudarse a una nueva ciudad o región es una oportunidad de oro para empezar de cero y descubrir nuevas oportunidades.
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